Esto es un ejercicio de todos los días. Si quieres algo, ve a por ello. Si no lo quieres, quédate quieto. No esperes que las cosas vengan a por ti porque eso no sucede demasiado. Realmente, si no quieres algo, puedes intentar huir, pero corre siempre hacia delante. Cuanto más te alejas de algo, más te acercas a algo. Y ahora por las noches ya no me importa tanto estar sola, porque estoy tan agotada que no puedo ni pensar. Aún así prefiero dormir contigo. Siempre conmigo, conmigo. No es realmente lo que yo quiero pero soy capaz de conformarme y que no se me note. Es bien poder ser feliz. Y si algún día hago fuegos artificiales, tendré miedo de que se acaben. También tengo miedo de que la gente me entienda. Es mi seguro.
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