Tal vez y sólo tal vez.

Es bonito pensar que mi cuerpo te pertenece y que tu cuerpo me pertenece, pero que en cualquier momento nos iremos volando por caminos separados. Puedo abrazarte o acariciarte hasta quedarme sin huellas, pero al día siguiente se cierra esa puerta y hacemos como que no ha pasado nada. Puedes besarme hasta dejarme sin labios y contarme que no eres feliz, y después subimos la persiana y de nuevo somos sólo dos conocidos. Tal vez y sólo tal vez de vez en cuando piense en ti, lejos del dormitorio, como si hubiera algo más. Pero luego imagino cómo sería si fuese así de verdad y tal vez y sólo tal vez pienso que es mejor que no salgamos nunca de la cama, que nos quedemos allí para siempre y que cuando se haga de día nos vuelvan a presentar, como si no supiéramos nuestros nombres. O que ojalá que nunca se haga de día, y vivir para siempre entre las sábanas. Que la Luna se coma al Sol, que ocurran cosas imposibles y que estemos para siempre en la penumbra, sin vista, sólo tacto y ojalá que con el amanecer se fueran mis sentimientos. Si no fuera tan difícil, si estuvieras más cerca, si no hubiera nadie más, si fuera posible. No sé, tal vez y sólo tal vez sería un poco más feliz. Pero sigue siendo bonito recordar los paseos de tus dedos por mi cuerpo, y los de los míos sobre el tuyo.